¿Cómo puede nacer una empresa a partir de dos personas que no se conocen? Pues así fueron los comienzos de Lemané hace unos meses. Una firma joven de complementos que ya está en manos de medio país. Nunca mejor dicho.
Una publicista y otra periodista, una en Madrid y otra en Sevilla, Manuela Márquez de Prado y Rocío Lacave. Ellas son hoy el alma de Lemané, sin embargo hace unos meses, ni se conocían. Su primer contacto fue una llamada telefónica que duró horas. Empezaron presentándose y acabaron siendo socias en el transcurso de la misma. Muchos puntos en común y las mismas ganas de emprender, les llevaron a empezar esta aventura.
Los diseños están elaborados totalmente de manera artesanal y marcados por el uso de colores llamativos, motivos alegres y otros más desenfadados. Cada pieza derrocha imaginación y podemos encontrar materiales como piedras, plata, hilos de colores...
Sin duda, el boca a boca les ha ido de maravilla. Aunque también se apoyan mucho en
Facebook y
Twitter, además de participar en algunos mercadillos, tanto en Madrid como en Sevilla. "Es verdad que en las redes sociales nos conocen, pero es en los mercadillos cuando realmente la gente pasa a la acción". Me cuentan.
CREER Y CREAR, así es la filosofía de Lemané. Y yo, admirándolas muchísimo, me quedo con esta última frase que me enseñaron: "No hay lugar a excusas para ejecutar una ilusión".
¡Enhorabuena chicas!